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Saludos estimadas Damas, con la edición que nos traen ésta semana, dónde nos invitan a reflexionar con las increíbles preguntas de la estimada @irenenavarroart, a continuación mi participación:

Con el paso de los años, me doy cuenta de que solo nosotras podemos vivir la vida como queremos. Nadie debe o puede marcar nuestros pasos, sólo lo podemos hacer por nosotras mismas. Puedo escuchar los consejos y sabiduría de los demás, pero debo vivir mi propia vida.

Uno de los viajes más difíciles es el que hacemos hacia nuestro propio interior, hablar conmigo misma, ya que la única persona que nos habla con sinceridad somos nosotras mismas, descubrir de lo que somos capaces, madurar los sueños y ponerlos en marcha con el mayor esfuerzo posible, la satisfacción de mis logros me hace sentir feliz y orgullosa de mi misma y es eso lo que me hace amarme y por supuesto es lo que proyectamos a los demás.

Por curioso que sea, tendemos a ser nosotras mismas, las mujeres, las que más criticamos a nuestras iguales. Eso debe cambiar, estamos para apoyarnos, no para atacarnos unas a otras.

Si eres una buena mujer al final todo compensa y acabarás recibiendo lo mejor.

Una mujer con buenos valores nunca hará daño a nadie. Puedo valorar mis virtudes y cambiar lo que no me gusta.

Particularmente me motiva mucho el hecho de que aunque tenga mis momentos de soledad, siempre puedo aprender cosas increíbles, porque he aprendido que estando sola, es cuando nacen las ideas y puedo encontrarme con lo mejor de mí.

Es lindo encontrarse con personas positivas que aportan, quiero crecer y evolucionar, no amargarme, estar contenta, ser agradecida, y es así como podré ver lo bello de la vida y cumplir mis sueños, por eso amo ser mujer.

Yo soy la mujer que quiero ser. Tú puedes ser la mujer que desees ser. Para lograrlo sólo necesito empezar por lo más básico: amarme a mí misma.

Hoy es un día por ejemplo para salir a la peluquería, ya me toca hacerme el pedicura y manicure, actividad que hago como una de mis rutinas cada mes, fue uno de esos días para consentirme, sé que mi cuerpo es mi templo y por lo tanto debo cuidarlo.

Sé que la vida tiene sus altos y sus bajos y debo encontrar las soluciones a los problemas, sin descuidar mi crecimiento personal, mi cuidado exterior, eso ayuda en mi autoestima y el cuidado de mi persona, de la familia, son cosas que contribuyen a proyectar esos sentimientos positivos a los seres de mi entorno.

Seré la mujer que yo misma quiero ser. Para ser feliz hay que tener la fe en Dios y ser fiel a mí misma. Soy mujer, una creación divina de Dios y él me ama, también debo amarme porque me lo merezco.