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La Canción del Pan

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El pan recién saliendo del horno, con su concha tostadita posee un aroma que despierta al más exquisito paladar.

Me remonta a la época en que mi abuela se levantaba desde temprano para preparar los utensilios, aparatos ya viejos por el tiempo pero ocultando los mejores momentos en la molienda de el ingrediente principal para aquellos bollos de pan como se llamaban en el campo.

Mi abuela preparaba el molino y junto a él los granos de trigo que siempre mantenía en un gran tinajón envuelto en un trapo de lienzo para que no agarre húmeda y no se dañe ese grano tan especial.

Apenas el gallo cantaba se escuchaban las ollas sonar, era momento de levantarse ya mi abuela tenia el molino para empezar la preparación y a todos nos gustaba como entonaba su canción.

¡ Moliendo la negra, moliendo para convertir este grano en un bollo de pan!

Y así se iba el rato moliendo medio saco de trigo, luego de ese proceso era momento de yo brillar, era la ayudante de mi abuela para prepara el pan.

Toma una silla mi niña y vamos a empezar, cierne la harina que se acaba de moler, con mucho cuidado hazle un circulo y empecemos a cantar:

¡ Agrega la sal que le pedimos al mar, pon el azúcar para ponernos a cantar !

Yo reía con cada ocurrencia y me decía presta atención para que sepas hacer el mejor pan artesanal de la región.

¡ Ahora coloquemos un poco de manteca para suavizar el paladar, con mucho silencio vamos a despertar a tres gallinitas y sus huevos robar para correr y venir amasar, sin antes olvidar la levadura colocar para que el pan crezca como el mar !

Mi abuela, luego nos mandaba a preparar las bandejas donde se colocaría el pan y la leña que íbamos a utilizar, preparábamos el fogón mientras abuela armaba los panes o como decía ella los bollos de pan, al llegar la hora de hornear mi abuela gritaba busquen la panela para pintar el pan, la espera luego era ansiosa ya las canastas de mi abuela estaban listas para ir al mercado a vender el pan, sin antes ella sacar mis dos bollos de pan para que comiera con agua de panela para poder aguantar.

Salíamos las dos rumbo al mercado a llevar el pan, en el camino mi abuela siempre me decía hijita mía algún día tu serás la encargada de hacer el pan, tienes que aprender bien los pasos, - yo le contestaba, no abuela tu siempre estarás conmigo para yo ayudarte a robarle los huevos a la gallina y la sal al mar.

Ella con su bella sonrisa me decía tienes que aprender a preparar el mejor pan de la colina y así montar una gran tienda donde vendas toda clase pan, eso si siempre con el ingrediente secreto que pronto te compartiré, pero mientras tanto vamos rápido a vender el pan.

Cuando llegábamos al mercado mi abuela empezaba a cantar

¡ Buenos días señores, aquí les traje el pan, calientito y sabroso llévelo sin pesar!

¡Caballero, caballero no regale rosas sin un pan, porque el amor es más bonito con el estomago llenito!

¡Señorita, señorita cómpreme un pan mire que está flaquita y el viento la hará volar!

Así pasábamos toda la mañana vendiendo el pan, la gente se lo llevaba sin temor a pagar, al finalizar la jornada mi abuela y yo volvíamos a casa muy felices para empezar a organizar lo que seria la nueva jornada laboral, de repente mi abuela se resbaló y se cayo entre unas piedras, como pude la ayude a levantar, seguimos caminando pero ahora mi abuela con mucho dolor.

Al llegar a casa, me pidió que descansaría un rato que tomara un poco de leche y unos panes que dejo guardado cerca del fogón para que comiera mientras ella descansaba, así lo hice y luego me fui a ver a las gallinas.

Llego la noche y mi abuela seguía descansando, me acosté junto a ella y me quede dormida, ya que el resto de mis primos se habían ido a sus casas.

Al cantar el gallo desperté como todos los días, pero mi abuela seguía en la cama, se sentía muy mal, le dolía mucho la cadera y su pecho al respirar, me dijo que fuera al pueblo y que buscara a su comadre, le contara lo que había pasado y que no volviera sin ella.

Así lo hice me fui y al regresar mi abuela se veía peor, tenia mucha fiebre y su piel morada estaba, me pidió que fuera alimentar a las gallinas y la dejara hablar con su comadre, al rato llego el doctor y mi abuela me mando a llamar, me dijo hijita gracias por compartir conmigo tus lindos años de vida, pero es momento que esta vieja tenga que partir, - a donde vas abuela le dije.

Me contesto a un lugar que debo ir a preparar mis bollos de pan, yo quiero ir contigo le dije, no hijita esta vez tu no puedes ir conmigo, yo te quiero ayudar le replique, me dijo con una sonrisa no pequeña, tu tienes tu tarea aquí y es ayudar a mi comadre a preparar el pan, recordando a esta vieja con la canción que sabemos cantar y que es momento de revelarte cual es el ingrediente secreto para elaborar el pan, yo no lo quiero saber abuelita me quiero quedar contigo.

Hijita de mi corazón debo partir, papito Dios quiere que le prepare sus bollitos de pan, ahora déjame contarte que no tengo mucho tiempo, el ingrediente secreto para elaborar el mejor pan es el AMOR, ¿como que el amor abuelita?, Si hijita el amor, el amor que le ponemos al hacer las cosas hace que todo salga bien.

Si le pones amor a lo que haces harás el mejor pan, recuerda que tienes que ser la mejor panadera de la colina, pues con ese amor bonito de tu corazón lograrás todo lo que te propongas, harás las mejores recetas pero sobre todo hijita mantén ese amor que pones a la ahora de ayudar a esta vieja cuando hacíamos el pan para luego vender y que de ahora en adelante te tocara hacerlo con la comadre, quien se hará cargo de ti como lo he hecho yo y sé que te dará todo el amor y el cuido que tu necesitas.

No olvides nuestra canción, al momento de preparar la masa, si abuelita te lo prometo, que haré los mejores panes de la colina y te sentirás muy feliz al ver que tus bollos de pan se venderán en una gran panadería.

Años más tarde, cumplí la promesa que le hice a mi abuela, tenia la mejor panadería de la colonia donde se preparaban una gran variedad de pan con los mejores panaderos, pero habían unos panes especiales,

¡Si especiales! porque eran los bollos de pan de la receta de mi abuela, la misma receta que preparaba solo yo y que el personal que me acompañaba me ayudaba a cantar

¡ Moliendo la negra,
moliendo para convertir
este grano en un bollo,
cierne la harina que se acaba de moler,
agrega la sal que le pedimos al mar,
pon el azúcar para ponernos a cantar,
coloquemos un poco de manteca
para suavizar el paladar,
con mucho silencio
vamos a despertar a tres gallinitas
y sus huevos robar para correr
y venir amasar, sin antes olvidar
la levadura colocar para que
el pan crezca como el mar!