La Hoguera del Olimpo - Extraño Concurso Número 35

En la antigua Grecia, en la cima del monte Olimpo, se encontraba la morada de los dioses.

Un día, Zeus, hizo una fiesta para celebrar el cumpleaños de su esposa, Hera. Los dioses de todo el Olimpo fueron invitados.

En plena fiesta, Zeus ordenó a sus sirvientes que encendiesen una hoguera para que los invitados pudieran calentarse.

La hoguera creció tanto que los mortales la veían desde la tierra.

Al día siguiente, todos despertaron y encontraron que la hoguera era más grande y más brillante.

Zeus se acercó y luego llamó a Hefesto, el dios del fuego.

Hefesto examinó la hoguera y dijo que no sabía que pasaba, que él no podía controlar ese fuego.

Zeus frunció el ceño y llamó a todos los que pudieran ayudar en el asunto.

Llegaron Artemisa, la diosa de la caza; Helios, el dios del sol; y Hermes, el mensajero de los dioses.

Examinaron cuidadosamente. Pero no pudieron encontrar nada que explicara por qué la hoguera seguía encendida.

Artemisa sugirió que la apagaran con agua. Pero Helios dijo que el agua no sería suficiente.

Hermes sugirió que usaran el viento. Pero eso solo haría que se extendiera.

De repente, una voz se escuchó.

Todos miraron y vieron a una mujer hermosa, de ojos esmeralda.

Era Perséfone, la reina del inframundo.

Ella se acercó a la hoguera. Luego extendió su mano y la tocó con su índice. Al instante, la hoguera se apagó.

Zeus exigió una explicación y Perséfone dijo que la hoguera estaba encendida por el alma de un mortal que estaba atrapada en la hoguera, y eso era lo que la hacía tan grande y tan caliente.

La pregunta era como había llegado el alma de ese mortal. Nadie tenía la respuesta. Perséfone se la llevó para el inframundo.