Mi entrada al concurso TopFiveFamily Observa Piensa Escribe. Dulce o picante, distintos e iguales.

Saludos a la comunidad @TopFiveFamily y a los lectores de Hive, a quienes invito a participar en el concurso TopFiveFamily Observa Piensa Escribe haciendo Click aquí.


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Imagen propiedad @lanzjoseg


En la foto se nos muestra unos ajíes de diferentes colores, formas y tamaño, lo que nos dice de su variedad.

Lo asocio al ser humano, que aunque somos todos de la misma especie, somos de diferentes razas y distintos físicamente.

Los ajíes por dentro, todos no son iguales, sin etiquetar los dulces o los picantes, como buenos o malos. Cada uno vino a cumplir un propósito, el que condimenta la comida y el que le da un toque divertido para unos y ardiente para otros.

También somos así, cada uno de nosotros desde su esencia tiene su toque personal que nos caracteriza.

Picante o dulce

Mi experiencia cuando cocino es que tengo que probar:

Yo particularmente tengo una manera de hacerlo, que a veces no es la mejor porque tomo el riesgo de que me pique la boca, pero… prefiero no arriesgarme a que se me vaya uno picante y lo hago mordiendo con los dientes delanteros y pasándole la punta de la lengua.

¿Y si me llego a picar que he hecho?

Me lavo la lengua con agua para calmar el ardor, si tengo una bebida dulce la tomo o como algo dulce para neutralizar o equilibrar el sabor.

¿Que hago con los ajíes picantes?

No los desecho, los guardo o los congelo, porque si quiero darle un toque de picante a alguna otra receta, allí están ellos esperando para cumplir con su propósito.

¿Accidente picoso?… Si me ha pasado:

Y para eso tengo que bajarle el picante a las comidas; una vez con una sopa, lo que hice fue guardar la mitad del caldo, para otra preparación y agregarle más agua y más papa. Se sentía un sutil sabor al picante, algunos comensales más sensibles si los notaron, otros no se dieron cuenta.

Otra anécdota fue con:

El grupo al que pertenecía llamado la Olla Solidaria, donde ofrecíamos un plato de sopa a las personas más vulnerables en nuestra parroquia, una vez nos regalaron una bolsa de ajíes y eran picantes. Comenzamos a discutir y a juzgar a quienes lo habían donado; una compañera se acercó y nos dijo que le retiremos las semillas y la vena, luego los metió en agua hervida por unos minutos, los lavo y se le bajo el picante. La sopa quedo muy buena, colocamos menos cantidad de ajíes y luego de aplicar la sugerencia no estaba picante.

Ese día aprendí algo nuevo con los ajíes y con nuestras propias vidas, que antes de caer en el caos podemos buscar soluciones.

Gracias por llegar hasta aquí y tomarte el tiempo para leer mi publicación, extiendo la invitación a @yamilar04 para que concurse esta semana y nos comparta sus experiencias y anécdotas.


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4 comments
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No sabia esa técnica para bajarle lo picante a los ajíes. Saludos ☺️

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Yo lo aprendí esa vez pero no lo mucho aplico, sigo mordiéndolos 😆

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