Mi entrada al concurso TopFiveFamily Observa Piensa Escribe. Experiencia Extrema.

Cuando vi la imagen me acorde de la única vez que me he montado en un vehículo como este y se lo enseñe a mi hija diciendo… “te acuerdas cuando íbamos para el vivero La Estancia y nos tocó montarnos en una de estas” ella se rió y juntas comenzamos a recordar ese momento.

Les cuento:

Eso fue en el año 2018 cuando nos invitaron a participar en una actividad de Horticultura en una zona rural a las afueras de Caracas.

Me pareció súper interesante la experiencia del aprendizaje teórico y practico, adicional que es una buena oportunidad para conectarme con la naturaleza y los animales del lugar.

Temprano en la mañana nos reunimos en el Mercado de Coche, la localidad donde tomamos el transporte que nos llevó a la entrada del poblado, para luego tomar otro vehículo.

Al llegar al lugar para hacer el trasbordo tuvimos que esperar aproximadamente una hora, pues contaban solo con una unidad para hacer el recorrido.

Éramos seis personas, de los cuales cuatro eran muchachos jóvenes, mientras esperábamos nos pusimos a conversar para que se pasara el tiempo, hasta que vimos a lo lejos un ruidoso transporte todo “destartalado” que se estaba acercando a la parada.

Que!!!! ¿Ahí es que nos vamos?

Pues sí, era ahí, no teníamos otra opción luego del trayecto que habíamos recorrido y no podíamos perder más tiempo ya que nos estaban esperando en la entrada del vivero.

Nuestras caras eran todo “un poema” porque, en mi caso, era la primera vez que me montaba en un vehículo como ese. Nos sentamos, estábamos bastante apretados, nos cruzábamos las miradas y sonreíamos sin decir una palabra.

Comenzó el recorrido, una carretera muy accidentada donde se sentía cada piedra que pasábamos, en una de esas un brinco y pegamos la cabeza del techo, tremendo golpe, todos gritamos y el chofer solo nos dijo “es parte de la diversión”… cosa que no me pareció graciosa.

Mi hija me decía: “mama esto se va a desarmar” y yo sonriendo le dije ya vamos a llegar cálmate, voltea, siente la brisa fresca, vamos a ver el paisaje. Y así fue unas montañas bellísimas que nos regalaba la madre naturaleza y que me hicieron por un momento olvidar la incomodidad del transporte.

Finalmente llegamos y nos fuimos bajando de la unidad vehicular, un transporte cotidiano para los lugareños y una experiencia extrema para sus visitantes.

Gracias por llegar hasta aquí y tomarte el tiempo para leer mi publicación, extiendo la invitación a @morito13 para que concurse esta semana y nos comparta sus experiencias y anécdotas.