Unrequited childhood love - TheInkwell Creative Nonfiction Prompt #53

When I was just a little girl and I studied fifth grade, in my elementary school, it was very nice, because besides learning, we had fun playing with other classmates from other classrooms, and some of them made me fall in love with them.

Every day, when they rang the bell to go to recess, the first one to run out of the classroom was me, because I was the leader of the games, we participated in several of them, among them, the chickens in my pan. We would paint a doll with chalk on the floor and play at jumping over the squares that formed it. The one who jumped all the squares in the shortest time was the winner. We also played blind man's buff, which consisted of putting a blindfold over the eyes of one of our classmates, then we hid and from our hiding place, which each of us chose, we shouted:

"Little blind hen, seek and ye shall find".

At the sound of the shout, the little hen would orient herself and find us, and whoever she touched with her hands, it was her turn to put on the blindfold and she was the new blind hen.

In that context we enjoyed that half hour of recess, a classmate named Freddy Tineo always stood next to me while we played, I pushed him to get him to stand somewhere else and when I realized he was next to me again, then I gave him with the knot of my fingers on his head and even then he did not move away. As soon as the bell rang again, it was a sign that recess was over and we had to go back to the classroom.

When we entered the classroom and sat down, the teacher would call each of us in alphabetical order and have us stand at the blackboard, hand us a book and there we would read. Then we would return to our seats.

One day, when I finished reading, as I was returning to my seat I heard a sound:
"Psi, psis."

As I turned around, I realized it was Freddy, as I looked at him he winked at me, I blushed, my cheekbones reddened like the tulip flower, my hands were shaking, but I had the courage to get to my space and sit down.

The next day, when we were in class. and I went out to recess, Freddy turned to me and said:

"Do you want to know something, I am in love with you".

I replied,

"But I'm not in love with you, so stop winking your ugly eyes at me."

He let out a laugh and said to me:

"It doesn't matter to me, I still love you, even if you don't love me."

At the end of the class, very angry, I twisted my eyes and stuck my tongue out at him, I ran very fast until I got home.

At night, before going to sleep, I prayed to God that Freddy would not fall in love with me, because I did not like him. Besides, my mother was very strict. From a very young age she taught us that children should not fall in love. Only when they were adults could they have boyfriends.

The next day, after singing the national anthem of our country, we went into class. We did all the activities. We then headed to break, when we returned to class, I saw Freddy who was examining my backpack. I turned to the teacher and said:

"Freddy was going through my backpack."

She replied:

"Please bring me the bag, I'm going to check it".

My surprise was capital and my eyes opened wider than usual, when the teacher took an envelope out of my bag, ripped it open and pulled out a letter.

She opened it and read it aloud:

"My dearest, Ramonita, I am since last year, very much in love with you,
I love you very much.
Freddy!"

The teacher called out to him:

"Please, Freddy, be so kind as to come here."

He came, his face whiter than a piece of paper, the teacher with the letter in his hand asked him:

"Can you explain to me what this means?"

He very seriously answered:

"Teacher is that I love her very much."

Then the teacher gave me a terrifying look, as if she was talking to me.

I replied:

"Teacher, I didn't know you had put that in my bag."

She added:

"I am going to summon your parents to communicate this situation to you."

I begged her not to.

The teacher took no pity on my pleas and sent the summons with me.

I handed it to my mother without explaining anything.

The next day I went to school with my mother and Freddy was already there with his mother.

The teacher explained the situation and read the letter out loud.

I felt like my legs were going to break from the tremors I was having, my face was white as snow.

The teacher asked Freddy and me to explain the origin of the letter.

He said:

"I put it in her bag, because I love her,"

I was petrified, I couldn't articulate a word, finally I said:

"I don't like him. It was an abuse on his part to put that letter in my bag."

My mother, very upset, turned to the professor and said:

"¡Get your withdrawal slip and all your paperwork ready for me. Next week I will pick them up and enroll you in another school."

For the rest of my life, I never heard from Freddy again, who was responsible for my mother's drastic determination.

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Español

Amor de niñez no correspondido

Cuando apenas era una niña y estudiaba quinto grado, en mi escuela primaria, era muy placentero, porque además de que aprendíamos nos divertíamos jugando con otros compañeros de estudios de otros salones de clases, además uno que otro me enamoraban.

Todos los días cuando tocaban el timbre del recreo, la primera que salía corriendo del salón era yo, ya que era la líder de los juegos, participábamos en varios, entre estos, los pollos de mi cazuela. Pintábamos con tiza en el piso un muñeco y jugábamos saltando los cuadros que conformaban ese muñeco, El que saltara en menos tiempos todos esos cuadros era el que ganaba. Además jugábamos la gallinita ciega que consistía en colocarle en sus ojos una venda a una de nuestras compañeras, luego nos escondíamos, y desde nuestro escondite que cada una de nosotras escogíamos, le gritábamos:

“Gallinita ciega, busca y encontrarás”

Por el sonido del grito la gallinita se orientaba y nos encontraba, al que ella tocara con sus manos, le tocaba colocarse la venda y era la nueva gallinita ciega.

En ese contexto disfrutábamos de esa media hora de receso, un compañero llamado Freddy Tineo siempre se ubicaba a mi lado mientras jugábamos, yo lo empujaba para que se ubicara en otro sitio y cuando percataba otra vez estaba a mi lado, entonces le daba golpes con el nudo de mis dedos en la cabeza y aun así no se apartaba.

En cuanto sonaba nuevamente el timbre era indicio de que había terminado el recreo y teníamos que retornar al salón de clases.
Al entrar al salón y sentarnos, la maestra a cada uno de nosotros nos llamaba por orden alfabético y nos paraba al lado del pizarrón nos entregaba un libro y allí realizábamos una lectura. Luego retornábamos a nuestro asiento.

Un día al terminar de realizar mi lectura cuando retornaba a mi asiento escuché un sonido:

“pssi, pssi”

Al voltear, me di cuenta que era Freddy, al mirarlo el me guiñó un ojo, Yo me ruboricé, mis pómulos se enrojecieron como la flor del tulipán, mis manos me temblaron, pero tuve el coraje de llegar a mi espacio y sentarme. Cuando salí al recreo él se dirigió a mí y me dijo:

“¿Quieres saber algo?, estoy enamorado de ti desde el año pasado

Le respondí,

“Pero yo de ti no, así que deja de estarme guiñando tus feos ojos”

El soltó una carcajada, luego me dijo:

A mí no me importa, igual te amo, así tu no me ames”

Al finalizar la clase muy molesta le torcí mis ojos y le saqué la lengua, corrí muy rápido hasta llegar a mi casa.

En la noche antes de acostarme a dormir, le pedí a Dios que Fredy no me enamorará, porque a mí no me gustaba él. Además mi mamá era muy estricta. Desde muy pequeña siempre nos enseñó que los niños no tenían que enamorarse. Sólo cuando fueran adultos, podían tener novio.

Al día siguiente, después de cantar el himno Nacional de nuestro País, entramos al salón de clases. Realizamos todas las actividades. Luego salimos al recreo, al regresar a clases después del recreo vi a Freddy que estaba revisando mi bolso. Me dirigí a la maestra y le dije:

“Freddy estaba revisando mi bolso”

Ella me replicó:

“Por favor, tráigame el bolso, que lo voy a revisar”

Grande fue mi sorpresa y mis ojos se abrieron más de lo normal, cuando la maestra sacó de mi bolso un sobre lo rasgó y sacó una carta. La abrió y la leyó en voz alta:

“Mi querida, Ramonita, estoy desde el año pasado, estoy muy
enamorado de ti,
Te amo mucho.
Freddy

La maestra lo llamó:

“Por favor, Freddy, tenga la amabilidad de venir acá”

Él venía, con su rostro más blanco que un papel, la maestra con la carta en la mano le preguntó

“Me puedes explicar que significa esto?”

El muy serio respondió:

“Maestra es que la amo demasiado”

Luego la profesora me dirigió una mirada aterradora, como si me hablara. Yo le respondí:

“Profe, yo no sabía que él había colocado eso en mi bolso”

Ella acotó:

“Voy a citar a sus padres para manifestarle esta situación”

Le suplique a la maestra que no citara a mi mamá.

La maestra no se compadeció de mis súplicas y envió conmigo la citación.

Se la entregué a mi madre sin explicarle nada

Al siguiente día acudí con mi mamá a la escuela y Freddy ya estaba con la de él allá.

La maestra explicó la situación y leyó la pequeña carta en voz alta.

Yo sentí que las piernas se me iban a partir de los temblores que tenía, mi rostro estaba blanco como la nieve.

La maestra nos pidió a mí y a Freddy que explicáramos el origen de esa carta

Él dijo:

" yo la coloqué en su bolso, porque la amo"

Yo me quedé petrificada, no podía articular palabras al fin dije:

“A mí, no me gusta él. Fue un abuso de su parte, colocar esa carta en mi bolso”

Mi madre muy molesta se dirigió a la maestra y le dijo:

Me prepara su boleta de retiro y toda su documentación. La próxima semana los vengo a buscar, la inscribiré en otro colegio.

En todo el resto de mi vida no supe más de Freddy, que fue el responsable de que mi madre tomara esa drástica determinación.