A Picture Is Worth A Thousand Words // The dragon man

Mis hijos fascinados con el paseo al parque quedaron atrapados con el hombre que echaba fuego por la boca. El más pequeño lo llamo el hombre dragón. Simplemente la imagen se le asemejaba aquellos cuentos que le leía, donde esa gran figura echaba bocanadas de fuego para obtener lo que quería, hasta que una dulce niña le enseño lo que era el amor y en tratar amablemente a todos.

Pero como las cosas no son siempre buenas había personas malas que querían el dragón para obtener a través de su poder dominar a todos y entraron en el pueblo acabando con todos los parroquianos entre ellos los padres y hermanos de la niña.

A través de la historia siempre encontramos historias similares de intereses de malas personas que malogran a otros en nombre del poder y eso vuelve algún personaje simple e insignificante a volverse el protagonista de la historia.

Logrando así que la pequeña niña se volviera fuerte y valiente recuperando su dragón para así vivir apartados de todos porque se dio cuenta que la maldad no conoce limites y que debía apartar ese poder de los hombres que se volvían malvados.

Allí mirando al hombre dragón en aquel parque recibiendo algunas monedas por su actuación sin saber que estaba maravillando a los niños que pasaban a su alrededor. Con que facilidad hacia su acto de echar fuego por la boca. Y surgían las preguntas de los niños de ¿si le dolía hacerlo?

Y es que el más pequeño recordaba lo doloroso que fue quemarse con la plancha en la cocina, una imprudencia que no volvió a cometer ante un descuido de su madre. Es así como muchas veces se aprende en la vida a través de dolorosos momentos.

This is my participation in the challenge A Picture Is Worth A Thousand Words

Esta es mi participación en el reto A Picture Is Worth A Thousand Words