Mi Entrada al Concurso TopFiveFamily Observa Piensa Escribe. El comercio ambulante

El comercio ambulante no es algo nuevo, desde la prehistoria el intercambio de productos para el beneficio y la sustentabilidad de una persona no es nuevo, más bien se ha venido acrecentando y presentado en distintas modalidades y medios de transporte, convirtiéndose en una predominante visual paisajístico.

Esta actividad se ha venido convirtiendo en un modo de vida de muchas personas, ya que, para algunos, resulta mejor ir a pie con un carrito de mano o como el de la foto, que estar pagando el alquiler de un espacio o quedarse estático en un lugar.

Dicho emprendimiento no aconteciera si la oferta laboral no fuera baja o su paga fuese buena, agregando que, aunque pueda estar reglamentada, en la mayoría de los casos es informal y funciona fuera de la ley, por ende, no hay seguridad social para la persona que presta dicho servicio, tampoco existe garantía e higiene de los productos que ofrecen y que están exentos de pagar impuesto, por lo que constituye un problema al estatus económico del estado.

Y, no solo eso, para muchos, estos vendedores ambulantes ocasionan también un problema para la estética y movilización de la ciudad, así que realmente no puede decirse que este estilo de trabajo sea bueno y malo, supongo que todo depende de cómo se lleve a cabo dicha actividad y el cumplimiento de los lineamientos para que todo opere de manera armoniosa y no interrumpa la forma de vida de los ciudadanos.

Al fin y al cabo, siento que es una situación social que puede regularse, ya que es una actividad que ha permitido sustituir al sector más que todo de bajo recursos por lo que, ha obtenido su ventaja dentro de la sociedad, además de que otorga dependencia y flexibilidad laboral, sin embargo, la inestabilidad de los ingresos, la falta de seguridad y otros factores, la vuelven una actividad poco sustentable, pero forma de alguna manera la economía urbana a nivel mundial.