Mi Entrada al Concurso TopFiveFamily Observa Piensa Escribe. Las tortas caseras de mi mamá.

Mi madre siempre le gustó hacer dulces y las tortas eran su especialidad, sobre todo para regalar en los cumpleaños de nuestros familiares y por supuesto, el de nosotras, sabrosas y no es por que fueran de mi mamá. Mi hermana y mi persona también aprendimos hacerla, claro, no la hacemos tan constantemente como antes pero cuando nos provoca comer un dulcito o queremos regalar, nos ponemos manos a la obra.

Dígame al médico de mis perritos, le encanta cuando le llevo, porque con el café de la tarde, lo hace animar y seguir la jornada de la tarde. Mi madre con su condición actual ya no puede hacerlas, pero, dejo una libreta con muchas de las recetas que hacía, la consideramos una reliquia familiar; hay de todo, desde trufas, torta marmoleada, fresa con chantillí, hasta las marquesas.

Lo lamentable es la receta del mouse de parchita, le quedaba divino, pero es la única receta que no conseguimos, todo quedó en su memoria olvidada y, como lo han pedido varios de mis primos, eran el deguste de cada uno, ya que, de verdad no sé qué le echaba o como lo hacía, quedaba super rico, esponjoso y no recordamos con detalles el proceso.

Sin duda alguna, otras de los recuerdos que me trajo a mi mente esa imagen, es el momento en los que mi mamá hacia brownie o tortas marmoleadas para llevar al Colegio y venderlos, siempre esperábamos comer lo que quedaba de la mezcla, nunca faltaba y, a escondidas, le echábamos un mordisco al chocolate Savoy que creo que es el mejor con el que quedaban, aunque actualmente se pueden apreciar otras marcas, pero nada como ese, tiene su toque.