Llegada la época decembrina, día del niño o un cumpleaños, unos pequeños automóviles de juguetes se convierten en un buen regalo para un niño; aunque este no fuese manejado a control remoto o tuviese luces incorporadas, solo los simples carritos se llegan a transforman en una gran diversión. Cuando se es niño hay mucha imaginación a la mano, recuerdo que mis primitos agarraban cualquier cosa de la casa y lo usaban para armar una pista de carrera, con esos pequeños autos que le regalaban.

Aunque, a los niños no solo se les ha regalado ese tipo de juguete, las niñas también han disfrutado del mismo, ya que a mi hermana y mi persona nos llegaron a regalar unos cuantos o fueron obtenidos en piñatas, no recuerdo con exactitud como obteníamos estos carros, sé que aun conservamos algunos que, al final pasaron a ser colección por un largo tiempo, hasta que llego mi sobrino y los heredó y, la verdad se ve la calidad de los mismos porque son los únicos que han resistido las mano destructora de él, no han sido desmantelado o han perdido una rueda.

A mi prima también le daban esos tipos de regalo, porque no era de estar jugando con Barbies u otras muñecas, era más de automóviles o videojuegos, caso diferente con su hija, que ama jugar con muñecas, es todo lo contrario a ella.

Estos juguetes de verdad se han convertido en un juguete ideal para regalar, además de los económicos que pueden llegar a ser, por lo menos para dar como detalle. Los de la marca Hot wheels siempre me ha parecido bastante buenos y muy llamativos, llegan a imitar a la perfección los de tamaño real, claro está, el precio varía dependiendo del modelo, ya que los de edición especial, por ejemplo, son un poco más costosos, aun así, valen la pena ser regalados.