Uno de la cosas que me gustan desde que tengo uso de razón, son las plantas, no se si fue por haber crecido en el campo, que aprendí a apreciar el verde más de lo normal, se convirtió en mi color favorito, pues contrario a la que parece en el campo donde me crié las sequías eran muy comunes, así que cuando finalmente llegaba la lluvia veía el florecer de las plantas con mucha emoción y le alegraba ver el color de las plantas.

Con el paso de los años me siguieron gustando las plantas, pero esta pasión se desbordó cuando finalmente tuve mi casa a edad adulta, recuerdo que uno de las primeras cosas que le pedí a mi difunto esposo como regalo fue unos maceteros de cemento, en ellos sembré plantas ornamentales, en el jardín sembré flores, en el patio unos árboles frutales y también hierbas medicinales.

Producto de la convivencia con mi difunto esposo, aprendí mucho sobre plantas medicinales, el era aficionado a estas y yo empecé a compartir esa afición, a pesar de que los tiempos han cambiado y he tenido algunos problemas para mantener mis plantas, debido a la escasez de agua y las sequías, en mi casa es el lugar donde varios vecinos acuden a pedir plantas para hacer infusiones para contrarrestar la gripe o los malestares estomacales. A mi me gustaría tener más hierbas buenas en mi casa, pero por ahora no puedo, pero me encanta hablar de ese tema y también aprender de otras personas, es un tema de conversación que nunca me aburre y me interesa aprender cada vez más.