¿Qué sonido es este tan impertinente y fastidioso, que penetra y aturde mis oídos? ¿Qué ocurre? El pánico y el sobresalto se apoderan de mí, mi cabeza desbocada, palpita sin cesar, junto a mi corazón acelerado. Me recorre una inquietud, sospechas aterradoras asaltan mis pensamientos, siento el peligro, temo moverme, me guiaré por mis ojos.

Después de tanto divagar y guiado por el resplandor de la ventana, dirijo la mirada hacia esa dirección y ahí está, el causante de mi zozobra. Un adefesio horroroso y espeluznante. Semeja un pollo, uno muy grande, sin plumas, pero cubierto por una gran incandescencia. Sentado con desparpajo, sostiene un gran tazón lleno de palomitas de maíz. Su pico es enorme y muy deforme, con unos tentáculos móviles, para ingerir las palomitas, al hacerlo produce ese estridente crujido, que me harta.

Precisamente esta misma tarde, recibí el mensaje XR-2086, en el programa de radio “Alerta”, que solo yo pude descifrar, gracias a mis poderes. El mensaje traducía que debía tener cuidado, que los malos estaban por llegar. Sé que desde que me implantaron el chic localizador en la espalda, me espían y vigilan a toda hora. Parece que llegó mi fin, la angustia recorre mi cuerpo, soy su interés, solo yo, tengo los poderes sobrenaturales, que buscan.

Escucho pasos y retiran el pasador de la puerta. Oh, no, llegaron otros. Decido con entereza asumir mi destino, veo la puerta abrirse y aparece una hermosa mujer vestida de blanco y con voz tentadora, me dice “Buenas noches, Sr. Velázquez, soy la enfermera Jiménez, vengo a administrarle su tratamiento".